domingo, 1 de febrero de 2015

El Hobbit: Un Viaje Inesperado • Película completa • Audio español latino

Argumento:
Un anciano hobbit Bilbo Bolsón está punto de cumplir 111 años, y decide escribir para su sobrino Frodo la narración completa sobre el inesperado viaje en el que se embarcó hace sesenta años. Comienza narrando la historia del fabuloso reino enano de Erebor, bajo la Montaña Solitaria, en la que los enanos extraían metales preciosos bajo el reinado de Thrór, el rey bajo la montaña. Sin embargo, tales riquezas despertaron la codicia de Smaug, el más grande de los dragones del Norte, y atacó Erebor y la Ciudad de Valle, expulsando a los enanos de su reino y apoderándose del ingente tesoro. Desde entonces, los enanos de Erebor se convirtieron en un pueblo errante y vagaron por muchas tierras, pero nunca olvidaron el ataque de Smaug y el viejo reino que les pertenecía. Tras contar la historia de Erebor, Bilbo pasa a relatar sus aventuras, iniciadas años atrás, cuando, en una apacible mañana mientras fuma delante de su agujero-hobbit, se encuentra con el mago Gandalf el Gris. Gandalf busca a alguien aventurero, pero Bilbo se niega rotundamente, ya que aborrece las aventuras tanto como todos los hobbits de la Comarca. Sin embargo, para no ser descortés con el mago, lo invita a tomar el té mañana por la tarde, antes de meterse en casa apresuradamente.

En la tarde del día siguiente, Bilbo casi no se acordaba de la cita con Gandalf cuando oye llamadas en la puerta. Del todo perplejo, ve cómo varios enanos se presentan en su casa saludando como quien no quiere la cosa. Finalmente, se presenta Gandalf con un enano que parece ser de alto rango, nada más y nada menos que Thorin Escudo de Roble, príncipe enano nieto de Thrór, el último Rey Bajo la Montaña. Thorin y los doce enanos que han venido con él han venido a la casa de Bilbo en busca de un saqueador de tesoros que les recomendó Gandalf, pues tienen el objetivo de viajar a la Montaña Solitaria para reconquistar el viejo tesoro que usurpó Smaug. Bilbo apenas es capaz de mantenerse en pie al oír que quieren traerlo a una aventura, y huye a su habitación a dormir no mucho tiempo después de que los enanos le expliquen el plan. Bilbo se despierta la mañana siguiente con la sensación de que la visita de los enanos fue sólo un sueño, al descubrir que anoche le dejaron una nota diciendo que si quería aceptar el trabajo de saqueador, que se reuniera con ellos en Delagua. Sin saber él mismo lo que hace, un extraño sentimiento aventurero lo incita a salir de su agujero y correr apresuradamente a Delagua a reunirse con la Compañía de Thorin. Allí, con cierto pesar, descubre que la mayoría de los enanos no pensaban que se atreviera a acompañarlos y habían hecho una apuesta en la cual ganan Balin y Gandalf, que confía en el hobbit y sabe que es capaz de hacer más de lo que piensa.

El primer problema surge atravesando el Bosque de los Trolls, donde los trece enanos son atrapados por los trolls Berto, Tom y Guille. Bilbo, a pesar de temblar de pies a cabeza, logra entretenerlos lo suficiente hasta el amanecer, momento en el que Gandalf los expone a la luz del sol y los trolls se convierten en piedra. No muy lejos encuentran la guarida de los tres trolls, donde Gandalf toma a Glamdring, una espada que habían robado los trolls; y entrega una pequeña daga a Bilbo (a la que pone el nombre de Dardo), que brilla cuando hay orcos cerca. Por su parte, Thorin toma a Orcrist. Cerca del vado del Bruinen, el grupo se encuentra un día de improviso con Radagast el Pardo, un mago de la orden de los Istari, a la que pertenece Gandalf y el resto de magos. Radagast le cuenta a Gandalf temerosamente que en el Gran Bosque Verde, donde él vive, el mal está volviendo al bosque debido a que un misterioso nigromante se ha instalado en Dol Guldur, una antigua fortaleza que pertenecía a Mordor, ahora en ruinas, construida antes de la segunda derrota del señor Oscuro. En ese mismo momento, un grupo de orcos montados en huargos ataca al grupo, que logra escapar al valle secreto de Rivendel gracias a que Radagast los distrae y un grupo de elfos aparece de repente.

En Rivendel, Elrond, el señor de los elfos, acoge a la compañía de Thorin, aunque los enanos no se encuentran muy a gusto debido a que en el pasado, el rey Thranduil (de los elfos del Bosque Negro) no los ayudó cuando cayó la montaña Erebor ante el dragón Smaug. Galadriel (dama de Lórien), y Saruman el Blanco (líder de los magos istari) también se encuentran en Rivendel, debido a que se encuentran enterados del mal que ha surgido en el Bosque Negro. Así pues, en Rivendel tiene lugar el concilio blanco entre Elrond, Galadriel, Gandalf y Saruman. Gandalf sospecha que el Nigromante no es otro que Sauron, ya que no fue destruido del todo debido a la pérdida del anillo único por parte de Isildur. Sin embargo, la opinión de Saruman prevalece, y opina que el anillo único se ha perdido para siempre bajando del río Anduin al mar, añadiendo que el Nigromante sea seguramente el rey brujo con una nueva ofensiva. Mientras tanto, en Amon Sûl, los orcos que habían atacado a Thorin y compañía en el vado del río Bruinen avisan a su señor Azog que el enano Thorin Escudo-de-Roble está vivo. Varios siglos antes, Thorin había herido seriamente a Azog, en la batalla de Nanduhirion delante de las minas de Moria, y Azog juró vengarse de él desde entonces. En Rivendel, Thorin, Bilbo y los doce enanos parten de nuevo mientras Gandalf continúa en el concilio. Para continuar el viaje deben cruzar las peligrosas Montañas Nubladas, en las que un día de tormenta sobre ellas presencian un impresionante combate entre gigantes de piedra. Para refugiarse de la titánica batalla, se refugian en una cueva. Bilbo, tras ver los peligros de las montañas, cree que ha visto demasiado y se dispone a volver a su país por su cuenta mientras los enanos duermen. Bofur sin embargo lo descubre, y cómo cree en él, Bilbo decide quedarse. Sin embargo, Thorin, al quien el hobbit no le gusta, opina que a Bilbo no le interesa la expedición y que solamente será un estorbo.

En ese momento, una grieta se abre en la cueva y multitud de trasgos les salen al encuentro y capturan al grupo, pues la cueva era una de las muchas entradas de un sistema de túneles de trasgo. Bilbo y Thorin y compañía son conducidos ante Gran Trasgo, que los acusa de querer robar y ordena matarlos. En ese momento, Gandalf aparece y acaba con el jefe trasgo y algunos más. Thorin, Gandalf y los enanos huyen precipitadamente, pero Bilbo se cae y se separa del grupo, cayendo en una cueva en cuyo suelo encuentra un anillo misterioso. Bilbo lo guarda sin más y llega a un lago subterráneo, donde Gollum, una vieja criatura hambrienta que habla con un tal "tesoro", le propone jugar a los acertijos. Si Bilbo gana, Gollum le mostrará la salida de los túneles, pero si el ganador fuera Gollum, se comería al hobbit. Los dos van lanzando adivinanzas extrañamente parecidas y finalmente Bilbo, nervioso jugetea con el Anillo que guarda en el bolsillo, preguntándose a él mismo «¿Qué tengo en el bolsillo?». Gollum lo interpreta como un acertijo, y al no acertarlo, en lugar de cumplir su promesa se dispone a ir a su isla del lago, donde guarda a su "tesoro", un anillo mágico que hace invisible a quien se lo pone en el dedo, pretendiendo matar a Bilbo por sorpresa. Al no encontrarlo, Gollum, muy alterado, descubre que Bilbo tiene su anillo, que debió caérsele mientras cazaba a un trasgo. Gollum se dispone a acabar con Bilbo, pero éste logra verlo de lejos y, casualmente, al meter una mano el bolsillo, el anillo se le desliza al dedo y Bilbo descubre que el objeto lo hace invisible. Bilbo aprovecha esta propiedad para seguir a Gollum y buscar cualquier salida. En cierto punto, se siente tentado a degollar a Gollum con la espada Dardo, pero un sentimiento compasivo le hace apiadarse de él.

Bilbo se reúne de nuevo con el grupo de Thorin al oír sus voces, pero no le dice nada a nadie sobre el hallazgo del anillo. Tras una persecución por la subterránea Ciudad de los Trasgos, la compañía de Thorin, Gandalf y Bilbo sale al exterior solo para caer ahora en terreno de una manada de inmensos lobos huargos, que se pone a perseguirlos immediatamente. Los quince miembros se suben a un abeto situado al lado de un barranco para salvarse de los huargos cuando descubren que la manada estaba capitaneada por el orco Azog, que iba en busca de Thorin. Nada más verse, Azog y Thorin salen al encuentro para enfrentarse, pero Thorin recibe un golpe del orco que lo tira al suelo. Un inesperado golpe de valentía aparece en Bilbo, que baja del árbol también para proteger a Thorin a pesar del miedo que siente. Los otros enanos lo siguen para enfrentarse a los otros orcos de Azog en un desesperado combate. Por suerte, un grupo de águilas, amigas de Radagast, baja de las alturas de las montañas y recogiendo a los miembros de la compañía de Thorin, los trae a un lugar seguro que mira al este, sobre el río Grande y el Bosque Negro, divisándose, bien lejos, la Montaña Solitaria. El grupo está ya en las Tierras Salvajes, y Thorin, que estaba inconsciente por la caída, se reanima y pide perdón a Bilbo por su desconfianza, lleno de gratitud hacia el hobbit por haberlo salvado. Mientras los viajeros contemplan su destino, un zorzal levanta el vuelo y llega a la Montaña Solitaria, donde captura un caracol y lo golpea contra una piedra para engullirlo. El eco de los golpes resuena en el interior de la montaña, donde el dragón Smaug despierta dando final a la película.

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